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Julia Brailovskaia, Jürgen Margraf

• \(\it Background/Objective\) The outbreak of COVID-19 and the lack of vaccine made extraordinary actions such as social distancing necessary. While some individuals experience the restrictions on daily life as a heavy burden, others adapt to the situation and try to make the best of it. The present longitudinal study investigated the extent and predictors of the burden induced by the outbreak of COVID-19 in Germany. \(\it Method\) Data were assessed in October 2019 using the DASS-21 and the PMH-Scale, and in March 2020 adding a six-item measure of burden and a 2-item rating of sense of control. \(\it Results\) In a sample of 436 participants, about 28% stayed in self-quarantine, 22 persons had relevant symptoms and one person was positively tested for COVID-19. Most participants experienced medium to high levels of burden but tried to make the best of it. Stress symptoms in 2019 predicted a higher level of burden and PMH predicted a lower level of burden in March 2020. Remarkably, depression and anxiety symptoms did not significantly predict burden. The protective effect of PMH and the negative impact of stress symptoms were mediated by perceived sense of control. \(\it Conclusions\) The results emphasize the protective effect of PMH in extraordinary situations such as the current outbreak of COVID-19.
• \(\it Antecedentes/Objetivo\) El brote COVID-19 y la falta de vacuna hicieron necesarias acciones extraordinarias como la distancia social. Algunas personas experimentan las restricciones en la vida diaria como sobrecarga emocional y otras se adaptan a la situación, tratando de sacar lo mejor de ella. Se investigó el alcance y predictores de sobrecarga emocional inducida por el COVID-19 en Alemania. \(\it Método\) Se evaluaron niveles de estrés y salud mental positiva en octubre de 2019 con DASS-21 y Escala-PMH, y en marzo de 2020, agregando medidas de sobrecarga emocional y percepción de control. \(\it Resultados\) En una muestra de 436 participantes, el 28% permaneció en cuarentena, 22 personas tuvieron síntomas relevantes y una dio positivo en COVID-19. La mayoría experimentaron niveles de sobrecarga emocional medio-alto, aunque trataron de sobrellevar la situación lo mejor posible. Los síntomas de estrés en octubre 2019 predijeron un nivel de sobrecarga más elevado en marzo 2020 y, contrariamente, los niveles de salud mental positiva en octubre 2019 predijeron un menor nivel de sobrecarga emocional en marzo 2020. Sorprendentemente, los síntomas de depresión y ansiedad no predijeron la sensación de sobrecarga posterior. El efecto protector de la salud mental positiva y el impacto negativo de los síntomas de estrés fueron mediados por la percepción de control. \(\it Conclusiones\) Se resalta el efecto protector de la salud mental positiva en situaciones extraordinarias como el brote COVID-19.